El presupuesto doméstico está relacionado con el control de gastos, y a veces se confunde con él, pero son dos cosas diferentes. Hacer un presupuesto es planificar los gastos futuros. Normalmente, lo conveniente es preparar cada final de año el prepuesto doméstico del año siguiente.
De la misma forma que lo hacen las empresas o las instituciones públicas, todos deberíamos preparar un presupuesto doméstico si queremos controlar nuestra economía. Básicamente consiste en estimar los ingresos que vamos a tener el próximo año y decidir qué vamos a hacer con ellos. Es decir, determinar qué cantidad vamos a destinar a gastos de vivienda, alimentación, ropa y calzado, vacaciones, ahorro, etc.
Para hacer nuestro presupuesto doméstico, lo más útil es usar una plantilla Excel. Esta podemos hacerla nosotros mismos o podemos apoyarnos en algún fichero que descarguemos de internet. En el siguiente enlace se pueden encontrar plantillas que pueden ser modificadas posteriormente según nuestra conveniencia.
Una vez que tengamos listo el formato de nuestro presupuesto, debemos determinar, con la máxima aproximación posible, los ingresos fijos totales que tendremos el año próximo. Si no contamos con ingresos fijos, podemos hacer una estimación lo más real posible de lo que podemos percibir, pero no deberíamos tener en cuenta los ingresos que puedan ser dudosos.
Posteriormente, comenzaremos a asignar valores a cada una de las partidas de nuestro presupuesto doméstico. Lógicamente, la suma de todas las partidas debe ser igual al total de los ingresos estimados. Empezaremos por asignar el gasto de las partidas que consideremos imprescindibles, y posteriormente el de las partidas menos importantes.
Para hacer el presupuesto es importante que estemos familiarizados con llevar un control de gastos, ya que esto nos dará una idea realista de lo que cuesta cada cosa. Por supuesto, si tenemos un mínimo de responsabilidad, debemos incluir una partida en nuestro presupuesto que se llame “ahorro”, y a ésta le debemos dar la misma importancia que a las partidas de gastos imprescindibles.
Hacer un presupuesto doméstico nos dará la posibilidad de fijarnos objetivos de ahorro y de consumo. Estos objetivos deben ser determinados con sensatez, basándonos en datos reales y siendo previsores para poder soportar posibles imprevistos. También hay que tener en cuenta que los presupuestos se hacen para ser cumplidos. Para ello, mediante el control de gastos comprobaremos a lo largo del año siguiente que vamos cumpliendo con lo presupuestado. En caso de desviaciones, siempre podemos realizar pequeños ajustes.
Realizar un presupuesto doméstico y llevar a cabo un control de gastos es algo primordial. De no hacerlo, nuestra economía se nos escaparía de las manos y estaríamos deambulando como un pollo sin cabeza a merced de los avatares de la situación económica global, cosa que, desgraciadamente, vemos que es bastante común en la sociedad.
Muy buen aporte. La elaboración de un presupuesto es una muy útil herramienta en estos tiempos de crisis económica. Tener noción de cuánto y en que se debe gastar nos ayudará a generar ahorros evitando endeudamientos innecesarios.
ResponderEliminarMe parece muy útil vuestra aportación. Con un presupuesto bien ajustado y sin vivir por encima de nuestras posibilidades, o sea, endeudandonos; no hubiésemos llegado nunca a la situación económica tan precaria que vivimos en estos momentos.
ResponderEliminarno se puede ser más sensato. estupendo aporte.
ResponderEliminarEstupendo aporte, yo uso uno propio que podéis descargar de mi página y utilizar libremente. Podéis descargarlo aquí: Descargar Prespuesto
ResponderEliminarSaludos Cordiales.