¿Sabes cuál es la manera más sencilla y segura de ganarle un 20 % a tus ingresos de un mes? Gastándote solo el 80 %. Fácil, ¿no? Esto, que es tan evidente, parece que se nos ha olvidado a todos gracias al grado de estupidez al que nos ha conducido la sociedad de consumo. El ahorro es, desde la antigüedad, la forma natural de empezar a engendrar cualquier fortuna.
Evidentemente, ahorrar puede resultar algo difícil cuando los ingresos son pequeños, pero eso no puede servirnos de escusa para no hacerlo. Siempre podemos privarnos de algo. Seguro que si dejamos de gastar una pequeña parte del dinero que destinamos al consumo, nuestra vida no cambiaría en nada.
A partir del dinero ahorrado se puede iniciar posteriormente cualquier tipo de inversión que, en caso de ir bien, nos podrá incrementar aún más los ingresos y, si nos va mal, al menos sabemos que no nos arruinará la vida con deudas imposibles de pagar. Simplemente nos quedaríamos en la misma situación que si no hubiéramos ahorrado nada.
Además del beneficio inmediato que supone el ahorro para nuestra situación económica, aunque nuestras pretensiones sean menos materialistas y no aspiremos a ser millonarios, deberíamos ahorrar simplemente por sensatez y sentido común. Hasta las hormigas pueden darnos alguna lección en esto. El ahorro es una parte esencial de la economía doméstica.
Cualquier persona que reciba unos ingresos, por escasos que sean, debería ahorrar siempre, al menos una pequeña parte. Vivir sin ahorrar nada, que es algo que está muy de moda, es como estar en un río con el agua hasta el cuello. Si la situación no cambia, se puede estar así indefinidamente, pero en cuanto llueva un poco sabes que te vas a ahogar. Esto es lo que le está sucediendo, desgraciadamente, a millones de personas en todo el mundo tras el estallido de la crisis.
El ahorro, por tanto, debe considerarse como algo irrenunciable, debemos considerarlo tan importante como el comer. Warren Buffet, el genial inversor estadounidense que ha llegado a ser multimillonario principalmente por su sensatez, en alguna ocasión ha dicho del ahorro lo siguiente: “No debes ahorrar lo que te queda después de gastar, al contrario, debes gastar lo que te queda después de ahorrar”.
Todo esto que acabamos de comentar deberíamos tenerlo siempre presente. Sin embargo, no suele ser muy propio de la sociedad en la que vivimos. Hay mucha gente que no solamente no ahorra, sino que utiliza créditos de consumo, tarjetas de crédito, etc. Esto no es vivir con el agua al cuello, directamente es suicidarse tirándose a un pantano de 10 m de profundidad.
Muy buen aporte, si queremos lograr una mejoría de nuestra economía doméstica tendremos que buscar en qué se nos va el dinero y tratar de ver si lo podemos reducir para conseguir un ahorro que nos permita liquidar nuestras deudas. Una vida sin deudas será una vida con mayor libertad. Un saludo, muy buen aporte
ResponderEliminarY actualmente, controlar el gasto y identificar en qué podemos ahorrar, es un poco más fácil y sobre todo más rápido con aplicaciones de contabilidad personal gratuitas como Wallo, http://wallo.com .
ResponderEliminarMe gusta el enfoque sensato de este artículo -es difícil de encontrar en la gente en general. Ahorrar casi siempre es posible, y si no lo es (objetiva, no subjetivamente) un mes por un gasto extraordinario inevitable e inesperado lo será al mes siguiente. Creo que es extremadamente importante que reaprendamos a ahorrar, y al mismo tiempo sepamos readaptar nuestros hábitos de consumo a la situación de ingresos que tenemos, de manera que una parte (está bien como mínimo un 20%) la ahorremos -ello nos irá dando un colchón cada vez más grueso de tranquilidad para el futuro.
ResponderEliminarYo añadiría algo que puede parecer raro e ilusorio, pero que para mí es posible: el ahorrar de manera sistemática (sin privarse de llevar una vida aproximadamente igual a la que llevaríamos sin hacerlo) implica inteligencia buscando y encontrando lo menos caro y al mismo tiempo todo ello crea una íntima satisfacción. Vale la pena experimentarlo.
Y otra cosa: el ahorro diversificarlo, en depósitos, en inversiones en bienes conocidos o en inmuebles los cuales nos van a servir a nosotros mismos o a nuestros hijos, y nunca delegar en intermediarios gestiones de inversión / financiación: el control ha de estar llevado por nosotros, nunca por "expertos financieros".
Un saludo cordial.
Aparte de ser un buen hábito, el ahorro, se puede convertir en una las manera muy interesante de crédito. Si, suena contradictorio, pero no lo es, y si lo es, al menos nos dará un rédito inesperado en nuestra economía doméstica. No creo que por ahi se pueda llegar a ahorrar el 10% de nuestros ingresos, pero con solo el 10% ya se puede comenzar a ahorrar y sin dejar de llevar la misma vida.
EliminarLa idea es la siguiente. luego de un año o lo que sea de ahorro de un 10% de tus ingrasos, te encontraras con un monto de plata con el que no contabas anteriormente, pero si esa plata no es reinvertida, la pura inflación hara que pierda casi por completo su valor al cabo de un tiempo,(al menos aqui en Argentina) seguramente esa plata no te alcanzará para adquirir un inmueble pero para solventar cualquier gasto que debas hacer y no lo puedas lograr con tus ingresos, entonces en lugar de correr al banco por un crédito, corre a tu cajón de ahorros y pídetelo a ti mismo, no olvides de pagar un interes mensual por tu autocrédito y aparte de no deberle a nadie más que a ti mismo, ganaras tu mismo los intereses de esa plata, ppor lo cual se incrementarán aun más tus ahorros... Pinsalo, puede ser un gran comienzo para incrementar tu economía. Saludos!!! El RAFITA