La sociedad de consumo, máximo exponente de nuestra idiotez

El capitalismo, modelo económico de nuestra sociedad, al menos de los que vivimos en los países occidentales, se sustenta, entre otras cosas, gracias a la sociedad de consumo. Casi todo el mundo tiene la creencia de que la felicidad se alcanza comprando cosas. Ya se encarga la publicidad, e incluso los gobiernos, de convencernos de ello.
Hay algunos comportamientos típicos de la sociedad de consumo que, si nos paramos a pensar un poco sobre ellos, vemos que son más propios de un rebaño de borregos que de seres racionales. La inmensa mayoría de la sociedad no solemos andar muy sobrados de dinero y, sin embargo, estamos continuamente malgastándolo en cosas que ni necesitamos ni nos aportan nada de provecho.

Algunos de estos comportamientos pueden ser, por ejemplo, cuando salimos de compras porque nos sentimos un poco depres, o nos pasamos cinco años de nuestra vida trabajando para comprarnos un coche de 200 CV porque mola mogollón, o nos esforzamos para que se vea bien que la camisa que llevamos es de la marca raslauren, o compramos cualquier tontería que no vamos a usar nunca porque, total, con lo poco que cuesta…, o no se nos ocurre otro plan mejor para el fin de semana que ir a un centro comercial, o nos da vergüenza que la gente vea nuestro viejo móvil de hace dos años, o nos vamos de vacaciones a un hotel que está en las antípodas porque nos dejan financiarlo, o pensamos que tenemos que gastarnos todo para no ser los más ricos del cementerio, etc., etc., etc. Con esto estamos demostrando que tenemos la misma inteligencia que un mosquito. Al menos económicamente hablando.

Evidentemente, hay muchos productos y servicios que contribuyen a mejorar nuestro bienestar (como dicen los defensores de la sociedad de consumo). Pero, si hacemos un poco de autocrítica y nos ponemos a hacer una lista de cosas que hemos consumido o consumimos sin necesitarlas realmente o sin que nos aporten nada útil, seguro que nos pondríamos un poco colorados(que conste que yo me incluyo en el saco).

Estos comportamiento típicos de la sociedad de consumo pueden estar provocados por diferentes motivos: por inconsciencia, por envidia, por aparentar, por ostentar, por dejar clara nuestra posición social, por dejarnos llevar por el resto del rebaño,…El caso es que ninguno de estos motivos nos deja en muy buen lugar. Si queremos que nuestra economía doméstica mejore, quizás un buen paso sería empezar a pensar un poco sobre estas cosas, y si tenemos dinero de sobra para poder permitirnos estas frivolidades, a lo mejor es que estamos perdiendo la noción de la realidad.

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