¿Tenemos clara la diferencia entre gasto e inversión?

Veamos los siguientes ejemplos: comprar una casa, ¿es un gasto o una inversión?, ¿y comprar un coche?, ¿y contratar un seguro médico?, ¿y pagar los estudios de nuestros hijos?, ¿y construir una autovía?, ¿y la compra de armamento por parte de un país? Hay ciertos casos en los que escuchamos la utilización de los dos términos indistintamente, según interese. Sin embargo, los expertos en finanzas tienen bastante clara la diferencia entre gasto e inversión, y todos nosotros deberíamos conocerla igualmente.

Imagen: Stuart Miles

Financieramente hablando, una inversión es todo empleo de dinero en un producto o actividad con el objetivo de generar más dinero. Todo lo demás es gasto. Esto debemos tenerlo perfectamente claro a la hora de controlar nuestra economía doméstica. Sin embargo, el hecho de que realicemos un gasto, no implica que estemos “malgastando” el dinero. Según su finalidad, podemos dividirlo en los siguientes tipos:

• Gasto necesario

• Gasto útil pero no necesario

• Gasto innecesario

La frontera entre un tipo de gasto y otro es bastante subjetiva y dependerá de la opinión de cada uno. En cualquier caso, a la hora de planificar nuestro consumo o plantearnos la compra de algún producto, deberíamos hacer el ejercicio de determinar qué tipo de gasto supone para nosotros. Por supuesto, primero debemos centrarnos en reducir al máximo los gastos innecesarios y luego en controlar los otros.

Ahora que conocemos la diferencia entre gasto e inversión, vamos a intentar aclarar los ejemplos del principio. Comprar una casa, si es para uso particular, sería un gasto. Si es para alquilarla o intentar venderla más cara, sería una inversión. Comprar un coche es un gasto, a no ser que sea necesario para el desempeño de nuestro negocio, en cuyo caso podría considerarse como inversión, aunque con matices. Los estudios, si están orientados a desempeñar una actividad profesional, serían una inversión y, si los realizamos para ampliar nuestra cultura, serían un gasto, aunque en todo caso útil y necesario. Contratar un seguro médico sería un gasto. Construir una autovía puede considerarse como inversión si va a contribuir a mejorar la actividad económica de la región. Comprar armamento es un gasto, aunque desgraciadamente las guerras se utilicen a menudo como medio de ganar dinero.

Conocer bien la diferencia entre gasto e inversión es fundamental a la hora de emplear nuestro dinero. También nos ayuda a tomar decisiones que mejoren nuestra economía doméstica. Un proceso lógico para conseguirlo es el siguiente:

controlar el gasto => generar ahorro => realizar inversiones que nos permitan aumentar nuestros ingresos.